miércoles, 13 de enero de 2010

La pata de mono.

La segunda entrada de este blog estuvo dedicada a un relato del argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), la de hoy presenta una narración incluida en una “Antología de la literatura fantástica” recopilada por el propio Borges y dos compatriotas como fueron Silvana Ocampo y Alfredo Bioy Casares. El autor de la historia seleccionada hoy es el inglés W.W. Jacobs (1863-1943) y el título de la misma “La pata de mono”.

Siempre he creído que el placer/temor que nos embarga al leer este tipo de literatura es independiente de la creencia o no creencia en asuntos sobrenaturales.

Simplemente se debe disfrutar al pasear por caminos que se apartan de lo explicable, de lo sensible y nos conducen al terreno de la fantasía, entendida ésta como arma ancestral que le ha permitido al hombre la creación artística de orbes con coordenadas de realidad, de estructura, que escapan a los límites impuestos por la razón. Es, desde luego, una de las potencialidades más sugerentes de las artes; tomar la realidad y reflejarla dando el salto a través del espejo para mostrar ese lado oscuro, no racional al que nos place/asusta asomarnos de vez en cuando.

No olvidemos la conexión que algunos han querido ver entre esas representaciones metarracionales y el inconsciente freudiano. De hecho no es casualidad que un representante del surrealismo- inscrito éste dentro de las vanguardias artísticas de los primeros decenios del siglo XX- como el pintor español Salvador Dalí o el padre de dicho movimiento André Breton pretendieran, eso sí sin éxito, el reconocimiento de sus producciones por parte de Sigmund Freud.

En futuras entradas incidiremos en esta capacidad creativa que actualiza por citar un ejemplo paradigmático el pintor holandés Jerónimo van Aken –conocido como “El Bosco” (1450?-1516)-, precisamente Dalí llegó a considerar al autor de “El jardín de las Delicias” como el primer surrealista.
LA PATA DE MONO (W.W. JACOBS).
Disfruten de la lectura.

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