miércoles, 31 de marzo de 2010

Otro enigma

De nuevo os propongo una interesante investigación, leed los siguientes versos:


No pienses en el día oscuro en el día en que nadie responde,
en el día en que tienes a un dios enfrente.
Piensa en la otra jornada, aquella en que venciste al enemigo
o ganaste en el juego, aquel día feliz en que todo te sonreía.
Que tu ejemplo en la vida sea siempre lo que gozaste, no el sufrimiento.



Desde la mañana a la noche, tanto en día
festivo como de trabajo, todos – la plebe y los patricios-
se agitan bulliciosos en el foro y no salen de él.
y todos, todos
se encuentran entregados a un solo afán,
a un único arte: estafarse hábilmente,
luchar mediante engaños, hacerse trampas,
adular y fingirse tontos, simular buena fe,
quebrantar la palabra dada, traicionar al amante,
como si todos fuesen enemigos de todos.

¿Quién los escribió? ¿cuándo y dónde vivió el autor? ¿qué temática abordan estos versos? ¿podrías relacionarlo con cualquier otro pensamiento que conozcas- se haya visto en clase o no-?

domingo, 28 de marzo de 2010

Apagón mundial

Hace pocos días, supongo que ya es bien sabido ya que fue repetido en varias ocasiones por televisión, multitud de ciudades de todo el mundo apagaron las luces de sus edificios más emblemáticos. La medida quería llamar la atención sobre el sobregasto energético al que diariamente sometemos a nuestro planeta.
Sinceramente no sé hasta que punto puede ser productiva dicha acción, o si quedará finalmente en mera y simple imagen, una más de las miles que conforman nuestro día a día. De todas formas un saludo y un reconocimiento a todas las personas que creen que es posible llamar la atención y educar acerca del medio que les dejaremos a las generaciones venideras.
No viene además nada mal recordar las palabras de Hesíodo sobre Gea (la tierra) en su Teogonía:
"En primer lugar existió el Caos. Después Gea la de amplio pecho, sede siempre segura de todos los inmortales que habitan la nevada cumbre del Olimpo".

Os dejo además un poquito de música en relación a lo comentado hoy:

http://www.youtube.com/watch?v=RE20uuhnOd4

domingo, 21 de marzo de 2010

Cambio estacional

Hoy a las 18'37 horas hemos cambiado de estación; ha llegado la primavera y este año,ya que ha sido el de las lluvias torrenciales, parece que más deseada que nunca.
De todas formas, como despedida a este invierno centroeuropeo que hemos tenido, me gustaría dejaros dos momentos musicales de gran belleza, pertenecen a las "Cuatro estaciones" del italiano Antonio Vivaldi (1678-1741) y evidentemente están dentro de la parte dedicada al invierno, a la estación que hoy nos ha abandonado. La magnífica solista de violín se llama Anne-Sophie Mutter y la dirección corre a cargo del mítico Herbert von Karajan.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Pequeño enigma

Para estimular vuestra intervención en el blog os planteo la siguiente cuestión: ¿quién es el autor de las siguientes líneas? ¿qué motivó su creación? qué puedes comentar acerca del debate sobre dicho motivo? ¿qué filósofo racionalista comentado en clase tiene relación con esta problemática?

Aquí os dejo el texto citado:

"Oh infelices mortales ! ¡ Oh tierra deplorable!¡Oh espantoso conjunto de todos los mortales!,¡De inútiles dolores la eterna conversación!Filósofos engañados que gritan: "Todo está bien",Vengan y contemplen estas ruinas espantosas!Esos restos, esos despojos, esas cenizas desdichadas,Esas mujeres, esos niños, uno sobre otro, apilados,Debajo de esos mármoles rotos, esos miembros diseminados;Cien mil desventurados que la tierra tragaEnsangrentados, desgarrados, y todavía palpitantes,Enterrados bajo sus techos, sin ayuda, terminanEn el horror de los tormentos sus lamentosos días.Frente a los gritos, a medio formar, de sus voces moribundasy frente al espantoso espectáculo de sus humeantes cenizas¿Dirán ustedes: "Es el efecto de las eternas leyesque, de un Dios libre y bueno, necesitan la decisión?¿Dirán ustedes, al ver ese montón de víctimas:"Se ha vengado Dios; su muerte paga sus crímenes?"¿Qué crimen, qué culpa cometieron esos niños,Sobre el seno materno aplastados y sangrientos ?¿Tuvo Lisboa, que ya no es, más viciosque Londres, que París, en los deleites hundidas ?Lisboa queda hundida, y en París se baila.Ustedes espectadores tranquilos, espíritus intrépidos,
Contemplando los náufragos
de sus hermanos moribundos,
En paz buscan las causas de las tempestades:Pero, cuando de la suerte adversa, los golpes reciben,Devenidos más humanos, como nosotros también ustedes lloran.Créanme, cuando la tierra entreabre sus abismos,mi llanto es inocente y legítimos mis gritos.Rodeados por todos lados de las crueldades de la suerte,Del furor de los malos, de las trampas de la muerte,Padeciendo los golpes de todos los elementos,Compañeros de nuestros males, permítannos los llantos.Es el orgullo, dicen ustedes, el sedicioso orgullo,El que, mientras estamos mal, pretende que podamos estar mejor.Vayan a interrogar las riberas del Tajo;Hurguen en los despojos de ese sangriento estrago;Pidan a los moribundos, en esa morada de horror,Si es el orgullo quien grita: "¡cielo, socórreme
¡ Cielo, ten piedad de la miseria humana!""Todo está bien, dicen ustedes, y todo es necesario"¿Qué, el universo entero, sin ese infernal abismo,Sin engullir Lisboa, hubiese estado peor ?¿Están ustedes seguros que la causa eternaQue todo lo hace, todo lo sabe, y todo lo creó para ella,No hubiera podido lanzarnos a esos tristes climasSin formar volcanes encendidos bajo nuestros pasos?¿Así limitaría usted a la suprema potencia?¿Le prohibiría usted ejercer su clemencia?¿El eterno artesano no tendrá en sus manos,Infinitos medios, ya listos para su designios?Humildemente deseo, sin ofender mi amo,que ese abismo encendido, de azufre y salitre,Hubiese encendido sus fuegos al fondo de los desiertos.A mi Dios respeto; pero quiero al universo.Cuando el hombre se atreve a gemir de tan terrible desgracia,¡Ay! No es por orgullo, es sólo sensible.Los pobres habitantes de esas tierras desoladas¡En el horror de los tormentos, encontrarían consueloSi alguien les dijese: "Caigan, tranquilos mueran;Para la felicidad del mundo se destruyen sus refugios;Otras manos levantarán sus palacios calcinados,Otros pueblos nacerán en sus muros derruidos;El norte se va a enriquecer con sus pérdidas fatales;Todos sus males son un bien en las leyes generales;Con el mismo ojo, Dios los mira a ustedes y a los viles gusanos,Cuya presa serán pronto ustedes en el fondo de sus tumbas !"Para desventurados ¡que horrible lenguaje!Crueles, a mis dolores no añadan el insulto.No, a mi trastornado corazón, ya no presentenEsas inmutables leyes de la necesidad,Esa cadena de los cuerpos, de los espíritus y de los mundos.¡oh sueños de sabios! ¡Oh profundas quimeras!En su mano tiene Dios la cadena, sin ser El mismo encadenado;Su benéfica decisión todo lo ha determinado:El es libre, justo, y en nada implacable¿Por qué pues sufrimos con tan equitativo dueño?he allí el nudo fatal que quedaba por desatar.¿Curarán ustedes sus males, atreviéndose a negarlos?Todos los pueblos, temblando bajo una divina mano,Del mal que ustedes niegan, el origen han buscado.Si la ley eterna que mueve a los elementos,Las rocas hace caer bajo la violencia de los vientos,Si los robles frondosos con el rayo se abrasan,Ellos no sienten los golpes que los aplastan;Mas yo vivo, mas yo siento, y mi corazón oprimidoSocorros pide al Dios que los ha formadoHijos del Todo Poderoso, pero en la miseria nacidos,Las manos extendemos hacia nuestro común padre.

Se sabe que el jarro no dice al alfarero:"¿Por qué soy yo tan vil, tan débil y tosco?El no tiene palabra, ni tampoco pensamiento;Esa urna formándose que al caerse quebranta,De la mano del alfarero no recibió corazónCapaz de desear bienes y sentir su desgracia."Esa desgracia, me dicen, de otro ser es el bien".De mi cuerpo desangrado mil insectos van a nacer;Cuando la muerte pone el colmo a los males que sufrí,¡Vaya gran consuelo, el ser comido por gusanos!Infelices calculadores de las desgracias humanas,No me consuelen, exasperan mis penas;Y en ustedes sólo veo el impotente esfuerzoDe un orgulloso desgraciado que simula contentamiento.Sólo soy del gran todo una débil parte:Sí; pero los animales a la vida condenados,Todos los seres sensibles, bajo el mismo techo nacidosViven en el dolor, y mueren como yo.El buitre, sobre su tímida presa encarnizado,De sus miembros sangrientos se alimenta con gozo;A él todo le parece bien; pero pronto le toca su turno;Un águila de pico cortante devora al buitre;El hombre con un mortal plomo al altivo águila alcanzaY el hombre en los campos de Marte en el polvo yaciendoSangriento, herido de golpes, arriba de una pila de moribundosSirve de alimento horrendo a las aves voraces.Así del mundo entero todos los miembros gimen:Nacidos todos para los tormentos, uno por el otro perecen,¡Y van ustedes a arreglar en ese caos fatal,Con las desgracias de cada ser una dicha general!¡qué dicha! o mortal, y débil y miserable.Con lamentable voz, gritan ustedes: "Todo está bien",El universo los desmiente, y también su propio corazónCien veces de su espíritu ha refutado el error.Elementos, animales, humanos, todo está en guerra.Hay que reconocerlo, el mal está en la tierra:Su principio secreto nos queda desconocido¿Del autor de todo bien habrá venido el mal?¿Será el Tifón1 negro? ¿el bárbaro Arimanes2?
Cuya tiránica ley a sufrir nos condena;Mi espíritu no reconoce esos monstruos odiososQue ayer, el tembloroso mundo, formó como dioses¿Pero cómo concebir un Dios, todo bondad,que prodigó sus bienes a sus hijos amadosy que, a manos llenas, sobre ellos virtió tantos males?¿Qué ojo puede penetrar en sus profundos designios?Del Ser todo perfecto, el mal no podía nacer;

Tampoco de otro3 viene, ya que sólo Dios es dueño.
Sin embargo existe ¡oh tristes verdades!oh mezcla sorprendente de contrariedades!O el hombre nació culpable, y Dios castiga su raza,o ese dueño absoluto del ser y del espacioSin ira, sin piedad, tranquilo e indiferenteDe sus iniciales decretos sigue el eterno torrente;o la informe materia, a su dueño rebelde,En sí lleva defectos necesarios como ella;O también Dios nos prueba, y esta mortal moradaSólo es un estrecho paso hacia un mundo eterno.Aquí enjugamos transitorios sufrimientos:La muerte es un bien que cierra nuestras miserias.Pero cuando salgamos de ese horrendo paso¿Quién de nosotros pretenda merecer la felicidad?Cualquiera que sea el partido tomado, cada uno debe temblar.Nada conocemos y todo tenemos.La naturaleza queda muda, en vano se le interroga;Necesitamos de un Dios que hable al género humano.A él le pertenece explicar su obra,Consolar al débil, iluminar al sabio.El hombre, a la duda, al error, entregado sin él,En vano busca cañas en donde apoyarse.No me dice Leibnitz por qué nudos invisibles,En el mejor ordenado de los posibles universos,Un desorden eterno, un caos de desgracias,A nuestros vanos gozos mezcla reales dolores.Tampoco dice por que inocente y culpable.Padecen por igual ese mal inevitableTampoco concibo cómo todo quedaría bien:Como doctor soy ¡Ay de mi! y nada sé.¿Qué puede pues el espíritu en toda su amplitud?Nada: el libro de la suerte a nuestros ojos se cierra.El hombre, extraño para sí mismo, del hombre está ignorado¿Qué soy, en donde estoy, a donde voy y de donde vengo?Atormentados átomos encima de ese montón de lodo,engullidos por la muerte y juguetes de la suerte,pero átomos pensantes, átomos cuyos ojosPor el pensamiento guiados, del cielo han tomado la medida;En el seno del infinito, nuestro ser levantamos,Incapaces, siquiera un momento, de vernos y conocernos.Este mundo, ese teatro de orgullo y de error,Lleno está de infortunados que hablan de felicidad.Todo se queja, todo gime buscando el bienestar:Nadie quisiera morir, nadie quisiera renacer.A veces, en nuestros días dedicados a los sufrimientos,Con la mano del placer enjugamos nuestros lloros;Mas el placer toma su vuelo, y, tal sombra, pasa;

Nuestras penas, nuestros pesares, y pérdidas, sin número quedan.Para nosotros el pasado sólo es un triste recuerdo;El presente es horrendo, si no hay porvenir,Si la noche de la tumba el ser que piensa, destruyeUn día todo estará bien, he allí nuestra esperanzaHoy todo está bien, he allí la quimeraLos sabios me engañaban, y sólo Dios tiene razón."

miércoles, 10 de marzo de 2010

Vivir la Historia

La Historia, así con la mayúscula que acentúa su imponente contenido, siempre parece que lleva la impronta del tiempo pasado; efectivamente eso es así, un acontecimiento –y pido perdón a los especialistas en la materia por si mi reflexión les parece errónea- como cualquier vivencia impactante necesita del periodo de la asimilación, de la reflexión, de la apropiación –también de ella como denunciaba W. Benjamín-.

Ese sello de lo pretérito no debe, en modo alguno, hacernos olvidar lo que expresado sin emotividad se antoja perogrullesco: ese pasado fue, en su momento, presente. Presente vivido, respirado, sentido y......ahora recordado.

Esos recuerdos evocan nuestra persona –o lo que pensamos ahora que éramos en ese tiempo- y creemos, pensamos que es así, vislumbrar lo que los hechos traídos hicieron en nosotros.

Sobre este tipo de experiencia me gustaría hoy mostrar un ejemplo; a finales de 1989 se produjo uno de los hechos –según consenso mundial entre los analistas internacionales- con mayor repercusión global de los últimos decenios.

El pasado 9 de noviembre se cumplieron veinte años de la caída del muro de Berlín, este acontecimiento, vivido desde aquí enmarcado en un otoño casi tan lluvioso como este último, supuso el pistoletazo de salida a una cascada “efecto dominó” que desembocó en la agonía última de la U.R.S.S., período que iría desde el intento de sublevación militar en agosto de 1991 hasta las navidades del mismo año cuando M. Gorbachov leyó –ante el mundo entero- el acta de defunción del gigante socialista.

El artículo con el que os enlazo hoy comienza precisamente con un recuerdo. Su autor, Julio Crespo MacLennan, se retrotrae a sus impresiones presentes –hoy pasado- en aquel noviembre de 1989. Este experto en relaciones internacionales nos habla en primera persona de su vivencia de unos hechos que hoy sin duda –aunque ya se intuía desde su explosión- ya son Historia.
Espero que os guste.

lunes, 8 de marzo de 2010

Franco Battiato (I -y los que quedan-)

En una clase de segundo de Bachillerato del presente año escolar que dedicamos a Heráclito de Éfeso surgió el nombre de Franco Battiato, cantautor siciliano nacido en 1945.
Hice referencia a una canción suya titulada “Di passaggio” (De paso), en ella –en la que el tema principal es la fugacidad del tiempo, la realidad inexorable del devenir- podemos encontrar al comienzo un fragmento de Heráclito recitado en griego, y al final de la misma, también en su lengua original, escuchamos un fragmento de los Epigramas de Calímaco.
Como ya señalé resulta al menos una curiosidad hoy en día encontrar una canción en la que se utilicen este tipo de textos. Como mi recomendación –al menos al día siguiente- no fue muy tomada en cuenta (sólo una alumna dijo haberla escuchado) pues yo, nada, insisto presentándola aquí en el blog.

Tenéis en el primer enlace el original en italiano y en el segundo vídeo la correspondiente versión española.

Quizás no sea suficiente –pienso yo- para una primera incursión en el universo del cantante italiano, así que es menester que los obsequios de hoy no queden en estos dos vídeos.

Os dejo dos títulos más, en primer lugar “Povera patria” (Pobre patria) en la que Battiato desarrolló una crítica por la situación política general que se vivía en su país en los años ochenta y primeros noventa, posteriormente podéis encontrar un clásico como es “La cura” (El cuidado) ambos títulos en italiano y en español. De "La cura" en español no presento ningún vídeo porque los que aparecen en youtube estéticamente dejan mucho que desear, así que os copio la letra tal y como aparece en http://www.letrasmania.com/
Letra de El Cuidado :
Te protegeré de los miedos a la hipocondría, de los transtornos que desde hoy encontrarás por esta vía.
De las injusticias y las mentiras de tu tiempo, de los fracasos que por tu talante fácilmente atraerás.
Te aliviaré del dolor y de tus cambios de humor, de la obsesión que hay en tus manías.
Superaré las corrientes gravitacionales, el espacio y la luz y envejecer no podrás. Te curarás de cada uno de tus males, porque eres un ser especial, y yo siempre te cuidaré.
Vagaba por los campos del Tennessee (Cómo había llegado, no sé). ¿No hay flores blancas para mí? Más veloces que áquilas mis sueños atraviesan el mar.
Te donaré todo el silencio y la paciencia, Recorreremos unidos las vías que llevan a la esencia.
Y perfumes de amor embriagarán nuestros cuerpos, la bonanza de Agosto no calmará nuestro ardor.
Tejeré tus cabellos como trenzo mi canto. Conozco las leyes del mundo y te las regalaré.
Superaré las corrientes gravitacionales, el espacio y la luz y envejecer no podrás.
Te salvaré de cada melancolía. porque eres un ser especial y yo siempre te cuidaré... yo sí, siempre te cuidaré.
(F. Battiato)


Por hoy es suficiente, pero no os preocupéis, llegarán mas letras y músicas del siciliano. Me gustaría que disfrutaseis de este artista singular y que prestarais sincera atención a sus letras en las que demuestra una enorme sensibilidad y en las que nos aparecen temas e ideas que se insertan en los intereses de nuestra asignatura.