miércoles, 8 de diciembre de 2010

Epicuro puente entre el ayer y el hoy.

A pesar del título de la entrada no comenzaré hablando del sabio de Samos, sino de un personaje que vivió en el siglo II d.C. cuyo nombre era Diógenes de Oinoanda (ciudad cuyos restos se encuentran en la actual Turquía), el motivo de ello nos lleva a un relato realmente interesante y fascinante.
Este Diógenes construyó en la citada localidad un enorme muro de 260 metros cuadrados en donde se encontraban inscriptas las máximas que harían llegar a los habitantes del lugar el pensamiento del autor de la Carta a Meneceo.
Pues bien, viendo un vídeo de youtube -en tres partes- dedicados al tema de Epicuro (341-270 a.C.) y la felicidad, he disfrutado enormemente al ver cómo de manera sencilla y amena se construía ese puente que citaba en el título que unía a Epicuro con Diógenes y con el Liverpool del siglo XXI.
El nexo es ese ideal de eudaimonía ataráxica que defendía el fundador del Jardín, esa felicidad que se consigue huyendo del exceso y el hartazgo, y que tan bien se muestra en el vídeo como incompatible con la sociedad consumista actual. Entre Epicuro y hoy, la imagen de ese Diógenes que construye ese recuerdo pétreo justo al lado del mercado, para recordar que la dicha no consiste en la acumulación de bienes materiales sino en el goce de la amistad y el equilibrio.


En los videos que os presento me ha parecido excelente la inclusión de un joven británico que reconoce su atracción compulsiva a los centros comerciales, su irrefrenable pasión por la compra desmedida y por la acumulación de bienes comprados.

Frente a este icono del shopping se nos va a enfrentar la figura del epicúreo de Oinoanda como hermeneuta anticipado de nuestra sociedad.


Os dejo, como ya he comentado, con las tres interesantísimas partes del vídeo Epicuro y la felicidad. Pero, además, me ha parecido oportuno -por varias cuestiones- incluir unas imágenes de una obra maestra del cine. Su título es Ciudadano Kane, y es el film que consagró en 1941, pese a su juventud, a Orson Welles, director, guinista y protagonista de la cinta.

En esta película su protagonista, un magnate de la prensa -con referente real en la figura de ...(adivinen)- muestra cómo seguir un guión (¿o guion?) vital diametralmente opuesto al epicúreo.

Por favor vean esta película.

Para finalizar, como texto maravilloso a disfrutar, también os incluyo el enlace con la Carta a Meneceo de Epicuro de Samos.



http://www.youtube.com/watch?v=u8gpjECzrpo&feature=related


http://www.youtube.com/watch?v=tdgGa_HNXlU&feature=related


http://www.youtube.com/watch?v=OWZ926uBTt8&feature=related


http://isaiasgarde.myfil.es/get_file?path=/epicuro-carta-a-meneceo.pdf

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