miércoles, 17 de marzo de 2010

Pequeño enigma

Para estimular vuestra intervención en el blog os planteo la siguiente cuestión: ¿quién es el autor de las siguientes líneas? ¿qué motivó su creación? qué puedes comentar acerca del debate sobre dicho motivo? ¿qué filósofo racionalista comentado en clase tiene relación con esta problemática?

Aquí os dejo el texto citado:

"Oh infelices mortales ! ¡ Oh tierra deplorable!¡Oh espantoso conjunto de todos los mortales!,¡De inútiles dolores la eterna conversación!Filósofos engañados que gritan: "Todo está bien",Vengan y contemplen estas ruinas espantosas!Esos restos, esos despojos, esas cenizas desdichadas,Esas mujeres, esos niños, uno sobre otro, apilados,Debajo de esos mármoles rotos, esos miembros diseminados;Cien mil desventurados que la tierra tragaEnsangrentados, desgarrados, y todavía palpitantes,Enterrados bajo sus techos, sin ayuda, terminanEn el horror de los tormentos sus lamentosos días.Frente a los gritos, a medio formar, de sus voces moribundasy frente al espantoso espectáculo de sus humeantes cenizas¿Dirán ustedes: "Es el efecto de las eternas leyesque, de un Dios libre y bueno, necesitan la decisión?¿Dirán ustedes, al ver ese montón de víctimas:"Se ha vengado Dios; su muerte paga sus crímenes?"¿Qué crimen, qué culpa cometieron esos niños,Sobre el seno materno aplastados y sangrientos ?¿Tuvo Lisboa, que ya no es, más viciosque Londres, que París, en los deleites hundidas ?Lisboa queda hundida, y en París se baila.Ustedes espectadores tranquilos, espíritus intrépidos,
Contemplando los náufragos
de sus hermanos moribundos,
En paz buscan las causas de las tempestades:Pero, cuando de la suerte adversa, los golpes reciben,Devenidos más humanos, como nosotros también ustedes lloran.Créanme, cuando la tierra entreabre sus abismos,mi llanto es inocente y legítimos mis gritos.Rodeados por todos lados de las crueldades de la suerte,Del furor de los malos, de las trampas de la muerte,Padeciendo los golpes de todos los elementos,Compañeros de nuestros males, permítannos los llantos.Es el orgullo, dicen ustedes, el sedicioso orgullo,El que, mientras estamos mal, pretende que podamos estar mejor.Vayan a interrogar las riberas del Tajo;Hurguen en los despojos de ese sangriento estrago;Pidan a los moribundos, en esa morada de horror,Si es el orgullo quien grita: "¡cielo, socórreme
¡ Cielo, ten piedad de la miseria humana!""Todo está bien, dicen ustedes, y todo es necesario"¿Qué, el universo entero, sin ese infernal abismo,Sin engullir Lisboa, hubiese estado peor ?¿Están ustedes seguros que la causa eternaQue todo lo hace, todo lo sabe, y todo lo creó para ella,No hubiera podido lanzarnos a esos tristes climasSin formar volcanes encendidos bajo nuestros pasos?¿Así limitaría usted a la suprema potencia?¿Le prohibiría usted ejercer su clemencia?¿El eterno artesano no tendrá en sus manos,Infinitos medios, ya listos para su designios?Humildemente deseo, sin ofender mi amo,que ese abismo encendido, de azufre y salitre,Hubiese encendido sus fuegos al fondo de los desiertos.A mi Dios respeto; pero quiero al universo.Cuando el hombre se atreve a gemir de tan terrible desgracia,¡Ay! No es por orgullo, es sólo sensible.Los pobres habitantes de esas tierras desoladas¡En el horror de los tormentos, encontrarían consueloSi alguien les dijese: "Caigan, tranquilos mueran;Para la felicidad del mundo se destruyen sus refugios;Otras manos levantarán sus palacios calcinados,Otros pueblos nacerán en sus muros derruidos;El norte se va a enriquecer con sus pérdidas fatales;Todos sus males son un bien en las leyes generales;Con el mismo ojo, Dios los mira a ustedes y a los viles gusanos,Cuya presa serán pronto ustedes en el fondo de sus tumbas !"Para desventurados ¡que horrible lenguaje!Crueles, a mis dolores no añadan el insulto.No, a mi trastornado corazón, ya no presentenEsas inmutables leyes de la necesidad,Esa cadena de los cuerpos, de los espíritus y de los mundos.¡oh sueños de sabios! ¡Oh profundas quimeras!En su mano tiene Dios la cadena, sin ser El mismo encadenado;Su benéfica decisión todo lo ha determinado:El es libre, justo, y en nada implacable¿Por qué pues sufrimos con tan equitativo dueño?he allí el nudo fatal que quedaba por desatar.¿Curarán ustedes sus males, atreviéndose a negarlos?Todos los pueblos, temblando bajo una divina mano,Del mal que ustedes niegan, el origen han buscado.Si la ley eterna que mueve a los elementos,Las rocas hace caer bajo la violencia de los vientos,Si los robles frondosos con el rayo se abrasan,Ellos no sienten los golpes que los aplastan;Mas yo vivo, mas yo siento, y mi corazón oprimidoSocorros pide al Dios que los ha formadoHijos del Todo Poderoso, pero en la miseria nacidos,Las manos extendemos hacia nuestro común padre.

Se sabe que el jarro no dice al alfarero:"¿Por qué soy yo tan vil, tan débil y tosco?El no tiene palabra, ni tampoco pensamiento;Esa urna formándose que al caerse quebranta,De la mano del alfarero no recibió corazónCapaz de desear bienes y sentir su desgracia."Esa desgracia, me dicen, de otro ser es el bien".De mi cuerpo desangrado mil insectos van a nacer;Cuando la muerte pone el colmo a los males que sufrí,¡Vaya gran consuelo, el ser comido por gusanos!Infelices calculadores de las desgracias humanas,No me consuelen, exasperan mis penas;Y en ustedes sólo veo el impotente esfuerzoDe un orgulloso desgraciado que simula contentamiento.Sólo soy del gran todo una débil parte:Sí; pero los animales a la vida condenados,Todos los seres sensibles, bajo el mismo techo nacidosViven en el dolor, y mueren como yo.El buitre, sobre su tímida presa encarnizado,De sus miembros sangrientos se alimenta con gozo;A él todo le parece bien; pero pronto le toca su turno;Un águila de pico cortante devora al buitre;El hombre con un mortal plomo al altivo águila alcanzaY el hombre en los campos de Marte en el polvo yaciendoSangriento, herido de golpes, arriba de una pila de moribundosSirve de alimento horrendo a las aves voraces.Así del mundo entero todos los miembros gimen:Nacidos todos para los tormentos, uno por el otro perecen,¡Y van ustedes a arreglar en ese caos fatal,Con las desgracias de cada ser una dicha general!¡qué dicha! o mortal, y débil y miserable.Con lamentable voz, gritan ustedes: "Todo está bien",El universo los desmiente, y también su propio corazónCien veces de su espíritu ha refutado el error.Elementos, animales, humanos, todo está en guerra.Hay que reconocerlo, el mal está en la tierra:Su principio secreto nos queda desconocido¿Del autor de todo bien habrá venido el mal?¿Será el Tifón1 negro? ¿el bárbaro Arimanes2?
Cuya tiránica ley a sufrir nos condena;Mi espíritu no reconoce esos monstruos odiososQue ayer, el tembloroso mundo, formó como dioses¿Pero cómo concebir un Dios, todo bondad,que prodigó sus bienes a sus hijos amadosy que, a manos llenas, sobre ellos virtió tantos males?¿Qué ojo puede penetrar en sus profundos designios?Del Ser todo perfecto, el mal no podía nacer;

Tampoco de otro3 viene, ya que sólo Dios es dueño.
Sin embargo existe ¡oh tristes verdades!oh mezcla sorprendente de contrariedades!O el hombre nació culpable, y Dios castiga su raza,o ese dueño absoluto del ser y del espacioSin ira, sin piedad, tranquilo e indiferenteDe sus iniciales decretos sigue el eterno torrente;o la informe materia, a su dueño rebelde,En sí lleva defectos necesarios como ella;O también Dios nos prueba, y esta mortal moradaSólo es un estrecho paso hacia un mundo eterno.Aquí enjugamos transitorios sufrimientos:La muerte es un bien que cierra nuestras miserias.Pero cuando salgamos de ese horrendo paso¿Quién de nosotros pretenda merecer la felicidad?Cualquiera que sea el partido tomado, cada uno debe temblar.Nada conocemos y todo tenemos.La naturaleza queda muda, en vano se le interroga;Necesitamos de un Dios que hable al género humano.A él le pertenece explicar su obra,Consolar al débil, iluminar al sabio.El hombre, a la duda, al error, entregado sin él,En vano busca cañas en donde apoyarse.No me dice Leibnitz por qué nudos invisibles,En el mejor ordenado de los posibles universos,Un desorden eterno, un caos de desgracias,A nuestros vanos gozos mezcla reales dolores.Tampoco dice por que inocente y culpable.Padecen por igual ese mal inevitableTampoco concibo cómo todo quedaría bien:Como doctor soy ¡Ay de mi! y nada sé.¿Qué puede pues el espíritu en toda su amplitud?Nada: el libro de la suerte a nuestros ojos se cierra.El hombre, extraño para sí mismo, del hombre está ignorado¿Qué soy, en donde estoy, a donde voy y de donde vengo?Atormentados átomos encima de ese montón de lodo,engullidos por la muerte y juguetes de la suerte,pero átomos pensantes, átomos cuyos ojosPor el pensamiento guiados, del cielo han tomado la medida;En el seno del infinito, nuestro ser levantamos,Incapaces, siquiera un momento, de vernos y conocernos.Este mundo, ese teatro de orgullo y de error,Lleno está de infortunados que hablan de felicidad.Todo se queja, todo gime buscando el bienestar:Nadie quisiera morir, nadie quisiera renacer.A veces, en nuestros días dedicados a los sufrimientos,Con la mano del placer enjugamos nuestros lloros;Mas el placer toma su vuelo, y, tal sombra, pasa;

Nuestras penas, nuestros pesares, y pérdidas, sin número quedan.Para nosotros el pasado sólo es un triste recuerdo;El presente es horrendo, si no hay porvenir,Si la noche de la tumba el ser que piensa, destruyeUn día todo estará bien, he allí nuestra esperanzaHoy todo está bien, he allí la quimeraLos sabios me engañaban, y sólo Dios tiene razón."

3 comentarios:

  1. Se trata del poema sobre el terremoto de Lisboa de 1755, de Voltaire. En él se critica, entre otras cosas, a los filósofos que sostienen que "todo está bien", cuando la realidad es bien distinta.

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  2. Debo reconocer que inicialmente no sabía quien era el autor de este texto.Al ver que era un poema y que en la página no se ve dividido por versos,lo busqué a parte de informacion relacionada etc.
    Este texto es de Voltaire.
    Creo que para comprenderlo hay que contextualizarlo: El suceso es el terremoto de Lisboa.
    Los cimientos del racionalismo se fragmentaron aquel día. El enfrentamiento entre la desesperación del irracionalismo y la esperanza de un sentido racional fue protagonizado por Voltaire y Rousseau. El optimismo racionalista sostenía, según el lema de Pope, Todo está bien. La obra de Dios es perfecta y cada suceso ocupa un lugar preciso dentro de los planes divinos. Habitamos el mejor de los mundos posibles, defiende Leibniz. El desorden, el caos y el azar son inconcebibles en el universo racionalista. Voltaire será el primero en cuestionar, motivado por el desastre de Lisboa, una visión tan inocente y armoniosa del mundo.
    Ant el lema de Pope, voltaire nos dice:
    Existe el mal sobre la tierra.

    Los filosofos optimistas siguen manteniendo
    que tout est bien, y que si la Providencia ha dispuesto que el terremoto
    tuviese lugar justo en Lisboa y en ese momento preciso se debe a que era un
    hecho “necesario” en el mejor de los mundos posibles.

    Kant se encuadró en esta corriente optimista,se sintió más interesado en el suceso como un problema científico que como una tragedia que había destruido una ciudad y acarreado
    una gran pérdida de vidas.

    Sostiene Kant que el fuego subterráneo que causa los terremotos también da origen a baños
    y manantiales calientes; la vegetación se beneficia de la liberación de sustancias
    subterráneas cuando la tierra se mueve,etc.
    Según mi punto de vista, este inteno de "justificación" me parece aberrante, no sé si realmente Kant no quería ver lo que había ocurrido pues me parece absurdo decir, por ejemplo: "quizá, sin este
    fuego subterráneo, el mundo no sería un lugar lo suficientemente cálido como
    para albergar vida y que, aunque ocasionalmente pueda provocar algún daño importante,
    es probable que no pudiésemos subsistir sin él, por lo que deberíamos
    estar agradecidos".

    Voltaire plantea el nuevo
    límite del pensamiento optimista: “Un jour tout sera bien”

    La noticia del terremoto había causado un tremendo impacto en toda Europa.
    Los hombres, asustados, se preguntaban cuál era su verdadero papel en el esquema
    universal creado por Dios; su relación con Dios. Sin
    embargo, ante la incapacidad para asumir la crudeza de las respuestas, los europeos
    vuelven rápidamente a los placeres frívolos –la danza, el teatro, la lotería–,
    tratando de olvidar el terremoto lo antes posible, por lo que Voltaire se lamenta.

    Ese fragmento me recuerda a una frase de la obra maestra, Seven ( a ver fede cuando te animas a escribir algo de cine ):
    "La gente quizá nunca comprenda nada, pero tampoco podrá negarlo."

    Al parecer, Los dos
    últimos versos, en esta primera versión, eran: “Mortels, il faut souffrir, / Se soumettre,
    adorer, espérer, et mourir”.
    Pero amigos suyos le aconsejaron eliminar esos últimos, quizás excesivamente, pesimistas versos.

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  3. Creo que es muy curioso que el Dr. Pangloss dijese lo mismo que Lao-Tse, pero que, al mismo tiempo, lo hiciera desde supuesto tan distintos, que por ejemplo a un servidor la versión panglossiana suene a treta cobarde y la taoísta a valiente serenidad.
    Próxima entrega: el próximo miércoles, a eso de las 12:00, chez vous.

    Un abrazo

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