Aquí os dejo otro grupo de máximas del escritor francés François de La Rochefoucauld para que podáis acercaros un poco más a su interpretación de la naturaleza humana:
• Nadie merece ser elogiado por su bondad si no tiene la energía necesaria para ser malo; cualquier otra bondad no es a menudo más que pereza o impotencia de la voluntad.
• No hay nadie tan inteligente que pueda saber todo el mal que hace.
• Hay malvados que serían menos peligrosos si no tuvieran ni pizca de bondad.
• Si resistimos a nuestras pasiones, ello se debe más a su debilidad que a nuestra fuerza.
• Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás, que finalmente nos disfrazamos para nosotros mismos.
• La adulación es una falsa moneda que sólo circula gracias a nuestra vanidad.
• Lo que nos atrae en las nuevas amistades, más que el cansancio que nos producen las antiguas o el placer de cambiar, es la contrariedad de que no nos admiren lo bastante aquellos que nos conocen demasiado, y la esperanza de ser más admirados por los que no nos conocen tanto.
• Nos resulta fácil olvidar nuestras culpas cuando somos los únicos en conocerlas.
• Todos aquellos que cumplen con los deberes de la gratitud no por ello pueden jactarse de ser agradecidos.
• El orgullo no quiere deber nada y el amor propio no quiere pagar.
Os prometo seguir en próximas entradas con estas sentencias.
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